Es deprimente pensar que quizás la ley no salga mañana, y que dependemos de gente indecisa.
Es una tristeza que tanta gente se vaya a reunir hoy contra mis derechos.
Es una cagada que un compañero de trabajo piense que soy una aberración.
Es una tristeza que muchos de ellos no entiendan o no quieran entender.
Es una tristeza que exista tanta gente cerrada.
Es una tristeza que tanta gente piense que esto ni se debería estar
debatiendo, porque esos derechos no nos corresponden por órdenes
naturales o religiosas.
Es una tristeza que aún hoy quieran limitarme a cuestiones físicas, como si lo que siento o pienso no interesara.
Fue una lástima que reaccioné tarde, y no me haya movilizado más.
Es una tristeza que todo esto se decida por una lucha política y de poder, y no pensando en las personas.
Es una tristeza que la historia se repita, y se repita, y se repita...
Es una lástima que haya gente tan pasiva, tanto de un lado (dejando que la manejen), como del otro (que no hacen nada).
Es una tristeza saber que si le dan un arma en el momento indicado a
muchas personas, habría muchas más Natalia Gaitán (y que yo podría ser
una de ellas).
Es una cagada que no tengo un termo para llevar café mañana.
Es esperanzador saber que si no es mañana, será el mes que viene o el año que viene.
Es una alegría que no sólo un montón de amigos, sino también mis viejos van a ir a apoyarme y cagarse de frío conmigo.
Fue una alegría que anoche, en medio de un bajón, una amiga me haya
mensajeado para avisarme que hoy iba a cacerolear en el balcón con su
madre y mañana me va a ver en la plaza.
Fue una alegría conocer tanta gente copada y luchando por lo mismo.
Es una alegría que hoy no voy a ver la marcha del odio en la tele, sino que voy a estar riéndome haciendo ruido en una esquina.
Es una alegría que tanta gente piense que esto ni se debería estar debatiendo, porque esos derechos ya deberían pertenecernos.
Fue una alegría ver que la pila de planillas de firmas que entregué
ayer, que creía tan grande, era pequeña en comparación con todas las
que se juntaron.
Es una alegría saber que pude hacer algo y no me tuve que quedar pasiva esperando.
Fue una alegría haberle sacado lágrimas de orgullo, junto con muchas
otras personas, a la mujer que estuvo llevando esto adelante.
Es gracioso ver que nada cambia, y que mi mejor amiga, que de chica
nunca acertaba con mi gusto con los hombres, siga pifiándole con el
tipo de mujer que me gusta.
Es gracioso que el naranja sea un color del arcoíris, remitiéndome al
ying y el yang, pero recordando que es sólo un color de seis.
Es lindo tener mi primer pulserita gay, y que me la hayan regalado.
Fue liberador haber terminado de salir del closet.
Fue reconfortante ver, después de esa salida, un mensaje a favor en el
Face de mi primo, aún cuando por cuestiones familiares y de la vida
casi no tengamos contacto.
Es gracioso tener "heridas de guerra": Unas cortaditas en la mano hechas por el papel de las planillas.
Fue una alegría que, antes que se los pidiera, mis viejos y varios amigos me dijeron "dame la planilla que te firmo!!"
Fue una alegría ver tanta gente con una sonrisa de oreja a oreja mientras me firmaba.
Es una alegría haber recordado que me puedo pedir el día libre mañana!
(y que me lo dieran!)
Es una alegría ver que, aunque el asunto esté "peleado", esta última lista sea más larga.